Abdominales tradicionales vs abdominales hipopresivos

La batalla está servida, frente a los que defienden los abdominales de toda la vida están los que apuestan por una forma diferente de trabajar la zona abdominal de manera menos perjudicial para la salud: los ejercicios hipopresivos.

Los abdominales tradicionales son, como todos sabemos, aquellos en los  que se eleva el tronco o las piernas ejerciendo una contracción máxima y centrando la tensión en la pared abdominal. Con este tipo de ejercicios fortalecemos la musculatura abdominal más superficial con lo que, a la larga, conseguiremos una hipertrofia de esta musculatura que hará que el abdomen se vea proyectado hacia fuera, lo cual no creará un efecto de vientre plano, sino todo lo contrario. Como ejemplo todos tenemos en mente la imagen de muchos culturistas cuyo abdomen está considerablemente abombado. Por otro lado, debemos saber que la realización de este tipo de abdominales de manera recurrente puede ser perjudicial para la espalda, sobre todo para la zona cervical y lumbar, ya que la posición en la que los realizamos resulta demasiado forzada, además de traer consigo problemas de incontinencia urinaria, debido a la presión que se ejerce sobre la musculatura del suelo pélvico.

En definitiva, a no ser que seamos lanzadores de jabalina, saltadores con pértiga o de trampolín, o practiquemos otro deporte en el que también esta musculatura esté muy requerida , los ejercicios abdominales convencionales no son recomendables por dos motivos principales:

  • Aumentan la presión intra-abdominal, pudiendo debilitar a largo plazo la musculatura del suelo pélvico.
  • Puede ser perjudicial para la zona lumbar, debido al aumento de presión en los discos intervertebrales lumbares, lo cual podría ocasionar lesiones o patologías a nivel de esta zona si se realizan de manera periódica y repetitiva.

La mayoría de gente que practica fitness cree que para lucir un abdominal perfecto hay que concentrar todo el trabajo en el recto abdominal, lo cual es un error, ya que se está olvidando por completo del resto de músculos que forman el abdomen. Este exceso de trabajo muscular puede llevar a desequilibrios musculares e incluso lesiones. Por lo que, a la hora de planificar nuestro entrenamiento abdominal, debemos tener en cuenta trabajar todos los grupos musculares que forman el abdomen en una dosis adecuada.

Frente a este tipo de ejercicio existen los llamados ejercicios hipopresivos, que para su realización no son necesarias posturas forzadas, ya que se busca la contracción abdominal desde dentro mediante ejercicios posturales y respiratorios, que se pueden realizar de manera estática o dinámica.

Estos ejercicios proporcionan una disminución de presión en la cavidad abdominal, fortaleciéndose la musculatura más profunda del abdomen, como es el transverso, que actúa de faja abdominal, manteniendo nuestros órganos internos en su sitio y mejorando la postura y los dolores de espalda; al mismo tiempo conseguimos reducir el perímetro de nuestra cintura, ya que con este tipo de ejercicios evitamos que los abdominales se proyecten hacia fuera.

La técnica hipopresiva utiliza una maniobra respiratoria de movilización y succión visceral. Durante esta succión el diafragma actúa como una aspiradora de los órganos pélvicos provocando un aumento de la vascularización local. Al mismo tiempo, se incrementa la propiocepción del suelo pélvico. La reeducación postural, con la que también se trabaja, la activación de la musculatura abdominal, las diferentes posturas isométricas y dinámicas ayudan a fortalecer la musculatura de cadera y espalda, todo ello fundamental para re-equilibrar las estructuras pélvicas y fortalecerlas de forma sinérgica y funcional.

Por tanto es una buena opción preventiva y rehabilitadora complementaria para los programas de rehabilitación del suelo pélvico, pudiéndose eliminar o, al menos reducir pérdidas de orina cuando existe incontinencia urinaria.

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, lo cual supone para la persona un problema, no solo higiénico, sino también psicológico o social.

Muchas mujeres creen que por el hecho de haber dado a luz o por tener cierta edad es normal tener pérdidas de orina y la realidad es que no es en absoluto normal. La buena noticia es que con los ejercicios hipopresivos puedes prevenirlas, mejorarlas e incluso eliminarlas.

Realizar este tipo de ejercicios tiene múltiples beneficios, como ya hemos dicho, mejora la postura y, por tanto, alivia los dolores de espalda; hay una mejora del rendimiento deportivo, ya que aumenta la capacidad pulmonar, por lo que también mejora la función respiratoria; previene todo tipo de hernias (inguinales, de disco…); mejora la función sexual porque supone una descongestión a nivel del suelo pélvico; es un excelente entrenamiento en el pre y postparto, ayudando a reducir la cintura y resulta inmejorable como terapia y como prevención de la incontinencia urinaria.

Se han realizado estudios en los que se refleja que la mitad de las mujeres que acuden a centros deportivos tienen pérdidas de orina y que casi la totalidad están en riesgo de presentar algún problema de suelo pélvico. Por eso, lo mejor es la prevención y la terapia con ejercicio físico. Y por esto, en nuestro centro ofrecemos esta opción de ejercicio preventivo y saludable tanto para mujeres con disfunción de suelo pélvico, con factores de riesgo o mujeres sanas que quieran realizar ejercicio preventivo.

En conclusión, a pesar de los múltiples beneficios que ya hemos visto que tiene realizar ejercicios hipopresivos, sin duda el éxito está en el equilibrio y en entrenar según nuestras necesidades y prioridades.

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