La diástasis es la separación de los músculos rectos del abdomen. Este músculo está dividido en dos partes simétricas, unidas entre sí por la línea alba, que es un tejido conjuntivo rico en colágeno, una proteína que se altera con el estrógeno, hormona que aumenta su concentración en el embarazo, lo que debilita la unión entre estos músculos, pudiendo ocasionar la distensión o incluso a veces microrotura de la línea alba. Lo habitual es que sea consecuencia del embarazo pero cualquier persona puede tenerla. En ocasiones perdura tiempo después de haber finalizado la gestación.
Los riesgos de presentar diástasis de rectos no son sólo estéticos. Está lesión puede provocar debilidad del suelo pélvico dando lugar a incontinencias o prolapsos, aumento del volumen del abdomen, hernias umbilicales, problemas digestivos, estreñimiento, dolores pélvicos o de espalda.
Se considera diástasis patológica cuando hay más de 2,5cm de separación entre abdominales. La manera mas objetiva para valorarla es mediante un ecógrafo, que nos permite observar a través de imágenes las estructuras comprometidas y evalúa el comportamiento dinámico de éstas. Este tipo de valoración solo se puede hacer en clinica. En una diástasis leve los ejercicios hipopresivos son la técnica adecuada para ayudarte a mejorarla.
Cuando la diástasis es grave, los hipopresivos pueden ayudar pero la recuperación completa y el aspecto inicial que tenía el abdomen es muy difícil de conseguir.
En estos casos la cirugía será la opción de tratamiento más adecuada siempre que antes haya habido un buen programa de recuperación guiado por un fisioterapeuta y la diástasis no mejore, o cuando exista dolor al contraer la musculatura abdominal.