Las cadenas musculares son el conjunto de músculos estáticos que, junto con las fascias, trabajan en común para distribuir las fuerzas y mantener nuestra postura. Los músculos no trabajan individualmente, sino en conjunto. Por lo que su tratamiento y estiramiento también debería ser en común, según la función que cumplen. Nuestro cuerpo está programado para que unas estructuras ayuden a otras a mantener todas las funciones evitando el dolor, por eso, cuando partes de nuestro cuerpo se acortan otras se organizan para ayudarles. Es cuando se producen las alteraciones posturales.
Estirar las cadenas musculares regularmente nos ayudará ganar flexibilidad y elasticidad, aliviar tensiones, mejorar la circulación, evitar lesiones o aliviar dolores musculares y articulares.
Si hablamos de la cadena muscular posterior, formada principalmente por los músculos tríceps sural (soleo y los dos gemelos), isquiotibiales, glúteos, piramidal, psoas, cuadrado lumbar, dorsal ancho, paravertebrales, trapecio y los músculos posteriores del cuello, es la que nos mantiene de pie día tras día, por lo que estos músculos están continuamente contraídos y si no los estiramos regularmente tenderán a acortarse. Estirar la cadena muscular posterior te ayuda a flexibilizar la columna lumbar, mejorar tu postura y aliviar los dolores de espalda. Si a este estiramiento le añades el ejercicio hipopresivo además potenciarás faja abominal y suelo pélvico, muy importante también para el mantenimiento de una postura correcta, aparte de sus muchos otros beneficios.