Lo primero que tenemos que tener claro es…¿QUÉ ES EL SUELO PÉLVICO?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos que cierran la parte inferior del abdomen, formando una especie de “hamaca” que sostiene vejiga, vagina y recto. Mantener esta musculatura fuerte nos ayudará a evitar incontinencias, urinarias o fecales, a soportar el peso del bebé durante el embarazo, a mejorar sensaciones en relaciones sexuales y a minimizar las consecuencias sobre el tono muscular que se producen por los cambios hormonales en la menopausia. Cuando el suelo pélvico recibe de forma continuada elevadas presiones puede llegar a debilitarse y perder su funciones.
Una vez conocido ésto, vamos a hablar sobre aquello que puede debilitar nuestro suelo pélvico:
La causa principal es, sin duda, el embarazo y el parto por razones obvias, pero además de ésto existen otros factores que favorecen esta debilidad del suelo pélvico como son la edad, la obesidad, el estreñimiento, el tabaquismo o la tos crónica. Otra causa frecuente que puede debilitar el periné, o agravar bastante la situación en caso de que ya exista, es la práctica de deportes de impacto, es decir, aquellos que implican salto y/o carrera con el consiguiente contacto o choque con la superficie, ya que afectan directamente a la pelvis y a sus vísceras, dañando así el suelo pélvico.
Además de estos ejercicios de alto impacto, como el running, tenis, baloncesto, futbol…también existen otros ejercicios hiperpresivos que aumentan mucho y de manera súbita la presión dentro del abdomen, lo cual provoca, igualmente, un gran deterioro de la musculatura del suelo pélvico, como por ejemplo con la halterofilia, el salto o el atletismo.
Todo este tipo de ejercicios son perjudiciales sobretodo en personas con el suelo pélvico y el CORE debilitado o lesionado. Pero ésto no es causa para abandonar la práctica deportiva, solo hay que saber elegir el ejercicio más adecuado en cada situación y debéis saber que los ejercicios hipopresivos son una buena ayuda en estos casos.
Como ya sabéis en los ejercicios hipopresivos se utiliza la respiración y el diafragma para disminuir la presión intraabdominal, a la vez que se activa la musculatura profunda del abdomen y el suelo pélvico. Se trabaja la postura y la faja abdominal sin ejercer presión sobre el periné.
En conclusión, ¡un suelo pélvico fuerte y sano puede mejorar tu calidad de vida!