Artrosis de cadera

¿Qué es?

La articulación de la cadera está formada por la unión entre los huesos de la pelvis y el fémur. En la porción del fémur que se junta con la pelvis, el fémur tiene la forma de una esfera que se denomina cabeza del fémur. Esta esfera del fémur encaja dentro de un hueco que existe en la pelvis, de tal forma que se forma un engranaje perfecto que permite el movimiento del fémur en muchas direcciones.Tanto la cabeza del fémur, como el hueco de la pelvis en el que se articula, están recubiertos de cartílago, que es el tejido que facilita los movimientos entre los huesos y evita que rocen directamente hueso con hueso.Con el paso de los años y, como consecuencia del desgaste progresivo de estos cartílagos, se pierde su grosor y textura y llegan, incluso, a desaparecer.

Esto da origen a que se pierda el correcto engranaje entre el fémur y la pelvis, que es precisamente lo que produce los síntomas de la artrosis de cadera.

Siempre se ha dicho que la artrosis de cadera no tiene cura y, a día de hoy sigue siendo cierto. Entonces, ¿Hay que resignarse a vivir con dolor y saber que siempre irá a peor? No necesariamente. La innovación médica en el campo del estudio de regeneración de cartílago ha creado el tratamiento MBST®, resonancia magnética nuclear terapéutica. Con dicho tratamiento, activas el condrocito, es decir, el encargado de regenerar el cartílago. De esta forma, al estimular esa zona, se consigue regenerar parte del tejido dañado, con la consiguiente mejora en la dolencia. Si quieres saber más, puedes ponerte en contacto con nosotros y te asesoraremos en todo lo relativo a este tratamiento y veremos si puede ayudarte e mejorar tu calidad de vida.

Los síntomas característicos de la bursitis de cadera son los siguientes:

  • dolor: en los primeros días suele ser agudo y luego se hace progresivamente más sordo y molesto. Es habitual sentirlo al levantarse de una silla o de la cama, si se duerme apoyando el cuerpo sobre el lado de la articulación afectada o si se permanece sentado durante un tiempo prolongado. Afecta a la articulación per sé, pero también es posible que se note al presionar sobre la piel
  • inflamación
  • sensación de calor en la zona de la articulación.

Las causas de la bursitis de cadera pueden ser mecánicas o patológicas:

  • estrés de la articulación producido por movimientos reiterados o posturas inadecuadas continuadas (presión sobre la articulación)
  • lesiones de cadera
  • escoliosis de la columna vertebral
  • desarrollo de espolones sobre los huesos de la articulación
  • diferencia en la longitud de ambas piernas
  • artritis reumatoide
  • gota
  • diabetes
  • infecciones bacterianas, frecuentemente por estafilococos.

El tratamiento de la bursitis de cadera contempla diferentes aspectos, algunos de los cuáles dependerán de cómo evolucione o si se trata de una bursitis crónica:

  • en tanto el dolor se mantenga en su fase aguda, se debrá mantener la cadera en reposo el mayor tiempo posible
  • para el dolor y la inflamación se utilizarán antiinflamtorios no esteroideos (AINE)
  • los primeros días es recomendable aplicar frío sobre la articulación en sesione de 10-15 minutos, tres o cuatro veces al día
  • una vez que el dolor empiece a mitigarse se podrá iniciar a mover la articulación o, llegado el caso, un tratamiento de fisioterapia
  • si a pesar del tratamiento se mantiene la bursitis, se pueden realizar infiltraciones con corticoesteroides
  • la cirugía es la última opción cuando han fallado todos los tratamientos anteriores y se realiza para extraer la bursa.

Nuestro tratamiento consiste en:

Epi® para activar los músculos débiles y mejorar el estado general de los tejidos de alrededor.

Neuromodulación y physicalm para reducir el dolor del paciente.

Vacusport para mejorar la circulación de las piernas y que el tejido se regenere mejor.

Actividad física terapéutica para mejorar la funcionalidad del paciente.

Onda de choque focales para mejorar el dolor y disminuir la fibrosis.

Acúfenos o tinnitus