A veces un solo factor puede provocar metatarsalgia. Con mayor frecuencia, son varios los factores que causan la afección, por ejemplo:
- Actividad o entrenamiento intensos. Los corredores de larga distancia están en riesgo de padecer metatarsalgia, principalmente porque la parte delantera del pie absorbe una fuerza considerable cuando una persona corre. Pero cualquier persona que participe en un deporte de alto impacto está en riesgo, en especial si el calzado que usa no le calza bien o está gastado.
- Ciertas formas de pies. Un arco plantar alto puede hacer presión adicional sobre el metatarso. Lo mismo puede ocurrir cuando se tiene un segundo dedo más largo que el dedo gordo. Esto hace que más peso de lo normal se desplace a la cabeza del segundo hueso metatarsiano.
- Deformidades del pie. Usar calzado demasiado pequeño o de tacón alto puede deformar el pie. Un dedo doblado hacia abajo (dedo en martillo) y bultos hinchados y dolorosos en la base del dedo gordo (juanetes) pueden causar metatarsalgia.
- Exceso de peso. Debido a que cuando nos movemos la mayor parte del peso del cuerpo se transfiere a la parte delantera del pie, tener sobrepeso significa mayor presión sobre los huesos metatarsianos. Bajar de peso podría reducir o eliminar los síntomas.
- Calzado inadecuado. Los zapatos de tacón alto, que transfieren peso adicional a la parte delantera del pie, son una causa frecuente de metatarsalgia en las mujeres. Los zapatos de punta angosta o el calzado deportivo que no ofrece soporte y amortiguación también pueden contribuir al problema.
- Fracturas por fatiga. Estas pequeñas fracturas en los huesos metatarsianos o de los dedos del pie pueden ser dolorosas y cambiar la manera en que apoyas el peso en el pie.
- Neuroma de Morton. Este tumor benigno (no canceroso) de tejido fibroso que crece alrededor de un nervio por lo general se forma entre las cabezas del tercer y del cuarto hueso metatarsiano. Provoca síntomas similares a los de la metatarsalgia y también puede generar tensión en el metatarso.