Tendinitis aquílea

¿Qué es?

La tendinitis aquílea es una lesión por sobrecarga del tendón de Aquiles, la banda de tejido que conecta los músculos de las pantorrillas en la parte trasera de la parte inferior de la pierna con el hueso del talón.

La tendinitis aquílea ocurre, con mayor frecuencia, en corredores que aumentan la intensidad o la duración de sus carreras de manera repentina. También es frecuente entre las personas de mediana edad que practican deportes, como tenis o básquetbol, solo los fines de semana.

La mayoría de los casos de tendinitis aquílea puede tratarse con cuidados relativamente simples en el hogar bajo supervisión del médico. Las estrategias de cuidado personal, por lo general, son necesarias para prevenir episodios recurrentes. Los casos más graves de tendinitis aquílea pueden provocar desgarros en el tendón (roturas) que pueden requerir reparación quirúrgica.

El dolor asociado con la tendinitis de Aquiles, habitualmente, comienza con un dolor leve en la parte posterior de la pierna o arriba del tobillo después de correr o practicar otro deporte. Después de correr durante un período largo, subir escaleras o saltar, pueden aparecer otros episodios más graves.

También podrías sentir un dolor ligero o rigidez, especialmente durante la mañana, que en general mejora con la actividad leve.

La tendinitis de Aquiles es causada por someter a tensión repetitiva o intensa al tendón de Aquiles, una banda de tejido que conecta los músculos de las pantorrillas con el hueso del talón. Usas este tendón cuando caminas, corres, saltas o te paras en puntas de pies.

La estructura del tendón de Aquiles se debilita con la edad, lo que puede hacerlo más propenso a lesionarse, en particular, en las personas que practican deportes solo los fines de semana o que aumentan, de repente, la intensidad de sus programas de entrenamiento.

Empleamos las siguientes técnica para la mejora del dolor y la movilidad:

  • Técnicas de terapia manual, como estiramientos, masaje, osteopatía y técnicas miofasciales, microacondicionamiento (para la reducción del dolor) en la zona local de dolor o las zonas adyacentes que puedan ser posible causa.
  • Técnicas de punción con aguja como neuromodulación (electroacupuntura) para el dolor y EPI® para la regeneración del tejido.
  • Onda electromagnética (Physicalm) para reducir el dolor.
  • Diatermia para mejorar el metabolismo de los tejidos y relajarlos, acompañando siempre de la terapia manual.
  • Ondas de choque focales para la eliminación de las adherencias de tejidos.
  • MBST para la regeneración del tejido. (Tendones y vientre muscular)
  • Ejercicio terapéutico en la unidad de Readaptación.
  • VacuSport para mejorar el metabolismo, y para eliminar las sustancias inflamatorias producidas por la lesión.
tendinitis aquilea